Nuestros bisabuelos y la confederación

Nuestros bisabuelos y la confederación
Viejo afiche republicano

sábado, 31 de marzo de 2007

Auspiciante

AUSPICIA A LA KARPA:

ACIASOCIÓN DE DIXÉLICOS DEL UGURUAY

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EDUCACIÓN: OSCAR MAGURNO HABRÍA APRENDIDO A PRONUNCIAR LAS PRIMERAS TRES VOCALES

"Estoy muy entusiasmado con mis progresos", nos comentaba Magurno mientras se acomodaba la moña de su túnica en el despacho principal de la Española. "Me siento muy bien con esto de que yo haya sabido a pronunciar las primeras tres bucales. Voy paso a paso, si yo me apuraría, no puedría tener tantos progresos. Mirá: a, b, c... un lujo, ¿no?"

ATENCIÓN: EL DENGUE DETECTADO EN SALTO NO ES AUTÓCTONO

El país entero está alarmado por el avance del dengue en nuestro país. Pero el motivo de la alarma no es la existencia del dengue propiamente dicha, sino su carácter de no autóctono. Como sabemos, el dengue extranjero ingresa al país no a producir la muerte inmediata de los orientales infectados, sino a robar el trabajo del dengue autóctono. El dengue EXTRANJERO atraviesa la aduana llevando consigo kilos y kilos de DROGA, el dengue EXTRANJERO roba, mata, incrementa la INSEGURIDAD, se inyecta MARIHUANA, es habitualmente NEGRO o JUDÍO; a diferencia del dengue autóctono oriental, que es humilde, solidario, humilde, tolerante y democrático. Y humilde.

FRACASADOS ANTIPATRIOTAS SERÍAN EJECUTADOS EN PLAZA PÚBLICA

De acuerdo con los datos recabados en la asociación uruguaya de fútbol, el plantel completo del seleccionado sub 17 que participó en el torneo sudamericano de dicha categoría y que no consiguió pasar a la segunda ronda del mismo, sería ejecutado en la plaza del entrevero en una horca marca ACME bajo el cargo de traición a la patria.

LA KARPA INVESTIGA: INAMOVILIDAD DE EMPLEADOS PÚBLICOS

Según pudo constatar la investigadora de nuestra revista que recorrió distintas oficinas públicas, la inamobilidad de los empleados públicos, tema de discusión en el parlamento, es una farsa. Los empleados públicos tienen movilidad. Es cierto que no la demuestran a la hora de atender al público, pero si uno se empeña en permanecer en la oficina hasta la hora del almuerzo podrá constatar con sus propios ojos cómo el empleado o la empleada realiza unos movimientos tendientes a sacar algo de una vianda o a minimizar la pantalla con el tetris o el buscaminas ante la presencia de algún supervisor.

lunes, 26 de marzo de 2007

El ataque de aedes

Iba caminando por una de las arboladas calles de mi barrio y era de noche. Me revolcaba en mis pensamientos circulares e improductivos cuando algo me distrajo. Era un chistido. Decidí ignorarlo y continué mi marcha. Disimuladamente miraba hacia atrás cada vez que escuchaba un ruido. Poco a poco el ruido se hacía más intenso y asiduo. Se trataba de hojas de árbol caducas, que se resquebrajaban detrás de mí. Definitivamente alguien me seguía. En ese momento elegí un cambio de estrategia; si cada vez que escuchaba el ruido miraba y no veía a nadie, tal vez fuese mejor esperar unas décimas de segundos más para girar y encontrar a quien me acechaba justo en el momento en que salía de su escondite. Lo hice, y vaya sorpresa, encontré detrás de mí a un bicho asqueroso que torpemente se intentaba esconder detrás de un árbol. A primera vista parecía ser el canciller Gargano, pero luego de una segunda mirada hacia el acechador me di cuenta que no se trataba de él, sino de alguien, o algo, más.
En ese momento el acechador dio por perdida su clandestinidad y salió a enfrentarme directamente. Yo aceleré el paso pero el acechador me rebasó volando, literalmente. Se me paró en frente, interrumpiéndome el paso.
- ¿Qué hace?- Le pregunté, intentando disimular mi miedo.
- Soy el mosquito transmisor del dengue y te voy a picar.- Me respondió.
- No me piques.-
- Te voy a picar. No me compliques la vida, dale. Estirá el brazo.-
- Pero yo no quiero que me contagies el dengue.-
- Yo no te voy a contagiar, solo te voy a transmitir el virus del dengue.-
- No quiero.-
- Dale, no seas niño. Estirá ese brazo que si te portás bien después te regalo un caramelo.- Me dijo el mosquito enorme. Yo lo observé con especial atención, hice hincapié en su falta de ropa, no llevaba pantalones y debajo de esas alitas es casi imposible llevar caramelos. Me estaba engañando.
- Vos me estás mintiendo. No tenés ningún caramelo para mí.-
- Es cierto, no tengo caramelos. Pero te prometo que si te dejás pinchar voy al kiosko y te compro caramelos.- Dijo "caramelos", en plural. La codicia me comenzaba a hacer dudar de mis pilares morales. Ya no se trataba de un caramelo sino de más de uno.
- No sé. Todavía no estoy del todo convencido.-
- Dale. A ver... estirá el bracito y apretá bien fuerte el puño. Quiero ver si tenés buenas venas.-
- Bueno.- Estiré mi brazo derecho, con elegancia.
- No te va a doler nada-
- Tenés razón, no me dolió.-
- Es porque todavía no te pinché, idiota.-
- ¡Ah! Eso dolió.-
- Bueno, no tanto como cuando te aparezcan los primeros síntomas. ¡Te vas a morir! ¡Vas a sufrir como nunca imaginaste!-
- Pero...-
- ¡Vas a sufrir el peor de los tormentos! Vas a.. bueno, en realidad el dengue es como el aloe. Tiene muchas propiedades curativas. Y además cumple deseos. Si vos te hacés contagiar el dengue y deseas algo, seguro que se te cumple. Dale, pedí un deseo.
- Bueno, no sé-
- Dale, no seas tímido, pedí un deseo.-
- Eh.. pero no sé si se me irá a cumplir-
- ¡Que pidas un deseo, imbécil!-
- Eh.. me gustaría revolcarme entre los yuyos del parque de los aliados con dos gemelas suecas que, además sean, digamos, de moral liviana. Y que estén buenas.-
- ¿Algo más?-
- Si, que una llegue andando en una bicicleta Graziela rodado 20 contrapedal y que la otra tenga un blister de perifar 400 tatuado en el omóplato. Pá, ya me estoy calentando.-
- Bueno, bueno. Salí. ¡No me toques! ¡No me toques!-
- ¿Alguna vez te dijeron que tenés unas alitas preciosas?-
- Dame el brazo que me parece que le erré de transmisión. Te contagié homosexualismo. A ver... ahí está.-
- Esto me parece un poco injusto, acaparador del dengue. ¿Por qué solo vos transmitís el dengue? ¡Viva el mosquito de transmisión del dengue comunitario!-
- Ta, mal yo. Dame el brazo de vuelta que te contagié comunismo.-
- Ah, que bien que se siente. El dengue es precioso. Sentís que volás. Es un frenesí interminable. Haga como yo, contraiga el virus del dengue y verá la vida de otra manera.-

Dengue es un producto de la empresa enfermedad de paranoia colectiva ltd.
Por cualquier duda consulte a su pastor de la iglesia universal de confianza (se recomienda realizar las consultas cuando no haya encapuchados anti imperialistas enojados marchando por 18).